martes, 14 de abril de 2015

¿El movimiento (no) es educativo? IV. Deporte y control social

Citas de Jean Marie Brohm, fundador del grupo Partisans, tomadas del blog titulado Movimiento para la Transformación


El deporte contemporáneo es un formidable laboratorio ideológico.
El deporte-espectáculo es ese opio del pueblo que moviliza a centenares de millones de aficionados
fanatizados, multitudes enormes de partidarios de lo inútil o de lo
irrisorio, hordas ruidosas de fieles incondicionales, que, en ciertas
oportunidades, pueden transformarse en jaurías sanguinarias de venganza o
linchamiento, como lo demostraron los acontecimientos dramáticos ocurridos
en los estadios de Heysel (Bélgica) en mayo de 1985 y de Cheffield (Gran
Bretaña) en 1989; ese opio, pues es objeto de un consenso absoluto.
Deportistas y espectadores se precipitan como masas orantes en los lugares
de culto, no vacilan de vez en cuando en practicar ceremonias expiatorias o
sacrificantes contra víctimas expiatorias. Ideólogos y políticos, verdaderos
trovadores de la leyenda deportista, claman en un tono totalmente repetitivo
y estereotipado los artículos de fe o del dogma de la “religión atlética”,
para retomar las palabras de Pierre de Coubertin.
Finalmente, intelectuales y universitarios, en su inmensa mayoría, sucumben
ante los encantos del populismo deportivo. En todos los casos, el fenómeno
deportivo contemporáneo sigue siendo objeto de una veneración universal,
casi mítica. La adoración o la idolatría del deporte es tan fuerte que
provoca regularmente la irrupción de síntomas delirantes, desencadena actos
patológicos y genera locuras colectivas”.


12 comentarios:

  1. Se puede pensar que el fenómeno deportivo (o populismo deportivo, como dicen aquí) puede llevar a la locura colectiva, pues no son pocos los casos que vemos donde desgraciadamente unos individuos (por no decir otra cosa) la toman con un árbitro (http://laindustria.pe/deportes/futbol-nacional/asesinan-arbitro-de-futbol-sala-en-pleno-partido), el rival, la grada, instalaciones, etc, pudiendo llegar a pensar que el deporte ha hecho que perdamos la cabeza, pero la cantidad de estos casos es insignificante con la cantidad de partidos, juegos, actividades en general que hacen que perdamos la cabeza pero de placer y satisfacción por hacer aquello que amamos y nos gusta. Cuando digo insignificante no digo que deban ser olvidados, pues se deberá trabajar para que esos casos de los que hablo algún día lleguen a cero.

    “Si con el deporte perdemos la cabeza,
    no me quiero imaginar sin él”

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  2. La verdad es que el deporte en ocasiones conlleva situaciones de violencia física, verbal y actos de vandalismo por parte de individuos que no entienden el deporte como otra cosa que no sea fanatismo y llevar la pasión por su equipo hasta el límite de lo permitido, y en ocasiones, sobrepasando este límite. Pero no sólo me refiero a esos aficionados que van al campo y se limitan a insultar o a provocar a la hinchada rival. Me estoy refiriendo a esos padres que constantemente están insultando al árbitro, que le dicen al niño que tienen que hacer lo posible para ganar o ganar o cuando increpan a los jugadores del equipo contrario. Esa es una parte no educativa del deporte que es muy lamentable. Esa presión de la grada o de los padres hace que en ocasiones algunos niños acaben por odiar al deporte y se dejan la práctica deportiva. Pienso que este es un aspecto muy importante que hay que cambiar para que los niños puedan aprender a través del deporte.

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  3. Opino como vosotros. En este post se está exponiendo la forma más lamentable del deporte, el cual lo que menos es, es ser educativo. Pero esta adoración e idolatría se da en muchos más ámhitos no solo en el deporte y no es tan analizada por ello.
    Hay que darle también importancia a los aspectos positivos de la unión por un mismo equipo, por un mismo objetivo que muchas veces es una unión sana, a la vez hay que intentar acabar con ese fanatismo insano que siempre trae consecuencias negativas.

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  4. En esta entrada, se esta exponiendo una parte negativa del deporte.
    Las partes más radicales de aficionados de una institución deportiva o de un país pueden llegar a cometer acciones prohibidas, pasando el límite de lo común, cometiendo actos de vandalismo. Cuando dos aficiones de este tipo se juntan pueden llegar a provocar peleas monumentales, en la cuales el deporte pasa a ser una guerra con sus consecuencias que pueden llegar a ser de algún muerto y de grandes desperfectos en el mobiliario urbano.
    Para solucionar estos problemas se debería actuar de oficia dejando fuera de los estadios a estos radicales, se debería condenar sus actos y castigarse con duras sanciones económicas y de prisión

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  5. Como Jean Marie Brohm pienso que el deporte sirve para controlar a las masas, el deporte hace que nos olvidemos de todo: la situación económica actual es pésima, con consecuencias que afectan a todo el mundo de un modo u otro y sin embargo los campos de fútbol(con sus abusivos precios) están completamente abarrotados de gente que daría muchas cosas por ver ganar a "su" equipo, un equipo para el que él sólo es un número(de socio). Cada uno gasta su dinero en lo que quiere pero nos quejamos de la situación y luego gastamos dinero en esto. En la televisión llenas horas y horas hablando del F.C. Barcelona, del Real Madrid C.F., de Mourinho y de otros temas deportivos con los que nos llenan la cabeza de "pajaritos" y hacen que reflexionemos sobre temas que no nos afectan directamente y nos olvidemos de lo realmente importante.¿ De qué habeis oido hablar más hoy: del Valencia C.F. o de las tasas universitarias? Os invito a reflexionar...

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  6. Creo que lo que expone Brohm en estas "citas" no es nada nuevo, ni que este relacionado con el deporte moderno. Ya ocurría en la Roma antigüa recogido bajo el ideal de "pan y circo". El deporte crea fanatismo y precisamente de eso se aprovechan los grupos poderosos para desviar la atención sobre temas de verdadera importancia, el deporte no deja de ser un entretenimiento, y además los logros son bastante efímeros, no perduran más de una temporada o como mucho cuatro años. Ya se vio con la victoria de España en el mundial como todo el mundo, entre los cuales me incluyo salió a festejar orgullosa de nuestro país, cuando la realidad es que ese mismo país nos está recortando en derechos y libertades, hechos para nada dignos de festejo.
    Además ese mismo fanatismo puede llegar a extremos verdaderamente preocupantes, producidos por el ansía de victoria. En mi blog he expuesto una breve reflexión sobre un suceso que ocurrió hace muy poco, y que sirve como un verdadero ejemplo de las barbaries que se pueden llegar a hacer por ganar.

    Aquí os dejo el enlace: http://edmovmiguelatobi.blogspot.com.es/2012/12/el-deporte-como-educador-social.html

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  7. He escrito una entrada sobre el deporte-espectáculo y más concretamente sobre el fútbol en mi blog.
    http://pauandres.blogspot.com.es/2013_11_01_archive.html

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  8. Algo de razón posee este autor, ya que es cierto que la pasión y el sacrificio de algunos seguidores llega a puntos insospechados, pero como dice mi madre:
    - Hay que creer en algo.
    Unos creen en Dios y van a la iglesia y realizan muchos actos de fe, y otros creen en el fútbol, en su equipo o en su deporte y por él realizan lo que haga falta. Cada uno tiene su forma de pensar, y a no ser que realicen algo malo que perjudiquen a los demás, que hagan lo que quieran con sus propias pasiones.

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  9. El deporte espectáculo está muy presente en el día a día: noticias sobre partidos de fútbol de primera división que se arrastran durante toda la semana, con polémicas sobre las acciones inapropiadas de los jugadores o la "mala" actuación de los árbitros.

    Este fanatismo, como expone esta cita de Jean Marie Brohm, ya estaba presente en la era moderna, época de reforma educativa y creación del movimiento olímpico por el historiador, pensador y pedagogo francés Pierre de Coubertin.

    Esta concepción sobre el deporte sería la opuesta al deporte educativo, que tiene un origen más actual y se (o se intenta) poner en práctica en los centros educativos en la actualidad mediante metodologías de enseñanza-aprendizaje menos disciplinarias y juegos que permitan la aparición de valores (extrínsecos e intrínsecos) más favorables.

    En este enlace de mi blog http://virginia18292.blogspot.com.es/2014/04/deporte-espectaculo-y-deporte-educativo.html?showComment=1396435711294#c2641506366792405411 os invito a reflexionar sobre el deporte como educativo o como rendimiento.

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  10. No entiendo porque seguimos echandonos las manos a la cabeza al escuchar escuchar cosas como esta, después de todo, el termino "opio del pueblo" ya lo uso Karl Marx y también con otras palabras desde hace siglos. Ya la propia aristrocracia romana tenía un dicho: "Dadle al pueblo juegos y pan". En cierta medida es lo que continua pasando y se continua haciendo para descentrar a las masas de los problemas, con la diferencia que en vez de rodar cabezas ruedan balones.
    Lo que me parece triste es que, aunque el juego haya evolucionado y sea "menos violento" (se siguen narrando los partidos como aunténticas batallas), sigamos usando el pretexto del deporte para cometer auténticas atrocidades que nos alejan seriamente de la civilización.

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  11. En el término medio debe de estar la virtud, pero el fanatismo existe en casi todos los ámbitos: político, religioso, deportivo, etc... lo que a veces nos hace perder el sentido de lo racional y no nos deja ver más allá de lo que en ese mismo momento queremos ver.
    Además el apasionamiento extremo siempre va ligado a una masa de sujetos en el cual todos poseen el mismo pensamiento que se va a sentir fortalecido por los que están a su alrededor y que le hará desinhibirse perdiendo cualquier sensación de culpabilidad ante cualquier acto.

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  12. El ser humano, por lo general, suele ser visceral en la mayor parte de sus actos. La fuerza del grupo, sea religioso, político, deportivo... hace que la masa se mueva al unísono, como un todo, sin cuestionarse si esta bien o mal lo que se hace. A lo largo de la historia hemos visto guerras por la religión, la política o por odios sin demasiado sentido.
    De alguna forma, la civilización actual ha ido tratando de encauzar este tipo de comportamientos, pero dando la posibilidad de "desahogarse" con este tipo de espectáculos, alentados desde los propios equipos, que defendían e incluso facilitaban a los ultras instalaciones en los propios estadios.
    Parece que el culto a la victoria y con esta al dinero, debe estar por encima de cualquier otra consideración, y el deporte de élite trata de perpetuar esta situación.

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