El
diseño de la Técnica Puzzle de Aronson (TPA) como una propuesta de
trabajo cooperativo en forma de un puzzle que hay que construir, implica
un desarrollo en el que es decisiva la participación de todos y cada
uno de los y las alumnas. Es necesario asumir la propuesta de modo
colectivo/cooperativo, ya que afecta a todos y todas. Sin embargo,
además, hay que entender que solo desde la participación de todos y cada
uno de los miembros del colectivo se pueden conseguir los objetivos
deseados. Por eso todo el alumnado estará interesado en desarrollar al
máximo los objetivos propios y colaborar recíprocamente con los demás en
todo el proceso. Esta acción solo puede ser exitosa si todos los
miembros del grupo comparten las ideas, los propósitos y las
responsabilidades colectivas. Es decir, construyendo, asumiendo y
participando en el desarrollo de un proyecto compartido (...).
La
efectividad de la TPA para la enseñanza de la actitud de solidaridad
varía en función de lo que se entienda por educación, de cómo se
configure el estilo docente y de qué se entienda por solidaridad. Según
el punto de vista, la atención educativa se centrará no solo en los
contenidos específicos de la materia de trabajo, sino también en
aquellos que impregnan todas las disciplinas y se encuentran diluidos
entre sus intersticios. Enseñar a respetar las diferencias individuales,
a colaborar y compartir, a buscar y lograr el consenso, a planificar
conjuntamente, son objetivos educativos básicos para lograr una
potencialidad educativa óptima de la TPA. Desde este punto de vista, la
aplicación mecánica de la técnica disminuirá su eficacia de manera
relevante.
Y ahora la pregunta: ¿cómo podemos evaluar coherentemente la cooperación? Si no solo importa evaluar "los contenidos específicos" o el mero "rendimiento individual" sino, además, si de veras ha habido colaboración en el grupo, ¿no sería coherente, por ejemplo, examinar a un solo miembro de cualquiera de las ideologías planteadas en el grupo puzzle y poner su nota al resto? A lo mejor os parece una alternativa radical, pero es la que planteaba el propio Aronson para evaluar la cooperación. Su lógica era: si no solo me preocupo por mi rendimiento individual sino por el de todos los miembros del grupo, y si considero cumplidos mis objetivos individuales si y solo si todos los miembros del grupo consiguen el suyo... en definitiva, si de veras cooperamos ¿qué más da qué miembro del grupo sea evaluado? Esa era la filosofía cooperativa de Aronson. ¿Estamos dispuestos a llegar hasta ahí?
Yo añadiría, que aunque la pregunte sea para un solo componente del grupo, que todos puedan a ayudar a completar su explicación a la pregunta. Dejar explicar al que se le ha formulado la pregunta y una vez finalice que todos los componentes del grupo pueda aportar algunas cosas que se puede dejar, de este modo la nota obtenida, sí que se podría decir que ha sido gracias a cooperar.
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