jueves, 8 de mayo de 2014

Ser ético

 De este excelente artículo de Adela Cortina descataría la última frase: "los buenos conocimientos no se convierten en buenas prácticas si los profesionales no tienen la voluntad decidida de hacerlo". En definitiva, la ética profesional es una llamada a la responsabilidad, al compromiso personal, a evitar la excusa, el "eso no es mi problema" o al "no se puede hacer nada". Eso es mi problema en la medida en que mi ejercicio profesional pueda azuzarlo o mitigarlo, según sea el caso. Y si damos por hecho que "un profesional no es solo un técnico, sino aquel que pone los conocimientos y las técnicas propias de su campo al servicio de los fines que dan sentido a su profesión", nuestro deber es invertir ese empeño profesional en instigar o evitar eso, según sea el caso.

3 comentarios:

  1. He publicado en mi blog una entrada relacionada con este post , me gustaría que lo visitases y dieses tu opinión sobre ello . Puedes visitarlo aquí :

    http://hectoredmov.blogspot.com.es/2013/12/que-es-ser-etico.html

    Un saludo.

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  2. De nada serviría tener los conocimientos sin saber aplicarlos de manera adecuada, no por el hecho de cómo llevar a cabo las prácticas que llevan al alumno al aprendizaje.

    Ser un profesional competente lleva ímplicito unos conocimientos previos adquiridos, cierta experiencia en el campo en el que se trabaje y un interés/motivación que haga que el fin del proceso sea enseñar y no salir del paso día tras día dejando pasar por alto errores o aspectos que se pueden (deben) mejorar.

    Un profesional que transmite conocimientos y es consciente (habiendo, además, herramientas para medir la progresión) valorará más su trabajo y eso le servirá como motivación para seguir formándose y plantear nuevos objetivos, estando más realizado con su trabajo.

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  3. Estoy de acuerdo con Virginia. No sirve de nada tener un dominio completo de los conocimientos, si la implicación para desarrollarlos y transmitirlos a los alumnos no es total.

    Un profesional no debe dejar pasar las situaciones en las que no se comprendan ciertos temas, sino que debe afrontar ese problema e implicarse en ello hasta que quede totalmente claro y resuelto.
    Aquel que pase, no se le puede considerar un buen profesional.

    Me recuerda esta entrada a la película "Revelión en las aulas" o "Los chicos del coro", donde claramente se observan dos tipos de, en este caso profesores. El que pasa y se rinde ante los problemas, y el que los afronta y se deja el alma y el sudor hasta poder solucionarlos.

    También podemos conectar este tema con un fragmento del libro "Mal de escuela" de Danniel Penach, que viene a describir perfectamente las ideas principales que aporta Adela Cortina.

    "A eso consagran su existencia la señorita G o Nicole H: a sacar del coma escolar a una sarta de golondrinas estrelladas. No lo consiguen siempre, a veces se fracasa al trazar un camino, algunos no despiertan, se quedan en la alfombra o se rompen la cabeza contra el cristal ... pero lo probamos siempre, al menos lo habremos probado. Son nuestros alumnos"

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