martes, 20 de mayo de 2014

Autoevaluación 2014B

Al escribir mi autoevaluación, siempre tengo este sentimiento contradictorio. Pero nunca como esta vez. Nunca como esta vez he sentido la mezcla de éxito y fracaso. Nunca había tenido la impresión tan clara de que lo que hemos hecho era necesario y, al mismo tiempo, no ha servido para nada. Nunca me he visto tan atrapado en el laberinto.

La parte de fracaso se llama superficialidad. Percibo que no hemos profundizado en casi nada. Falta voluntad, sobra pereza. Mucho guirigay, mucho barullo, mucha opinión pero poca argumentación, poca lectura, poca reflexión y, sobre todo, poca ambición. Un síntoma: aunque ha habido contribuciones de mucha calidad, nadie (bueno, prácticamente nadie) se ha decantado por hacer un seguimiento creativo, por salirse de la norma, por seguir su camino, por aprovechar la invitación de aportar algo genuíno, personal y de calidad. Es lo más difícil, lo más exigente, ya lo sé. Pero también lo más enriquecedor, lo más productivo, lo más interesante. Basta con que alguien lo haga para que nos ilumine. Y nadie lo ha hecho, ni siquiera yo. 

La parte del éxito tiene dos nombres: progreso y calidad humana. A pesar del paisaje lúgubre que acabo de dibujar (que conste, hay muy buenas aportaciones), en general, creo que puede decirse que se ha ido de menos a más. Y no refiero solo a la cantidad, sino a la calidad. Desde que vivo en el laberinto, nunca me había sentido tan desconcertado como cuando hice pública mi preocupación a mediados de curso. Y, desde entonces, ha habido un avance. Como muy bien dice Tomás, puede que sea por la llegada del final de curso, porque los temas interesan más o por ambas cosas a la vez, pero todo ha sido más intenso. Esa intensidad creciente es esperanzadora y, al mismo tiempo, me obliga a ser humilde: los cambios reales llevan tiempo y son difíciles. Es esa complejidad dinámica de la habla Fullan. En los cambios reales (los que aspiran a dar sentido a la educación) las causas y los efectos sulene estar separados en el tiempo y en el espacio. No se producen cuando quieres, sino cuando pueden producirse. Su complejidad e imprevisibiliad no son un obstáculo sino que, como afirma Fullan (2001), "¡son normales!" (p.34)  Quién sabe, si perseveramos en esa intensidad tal vez algún día, en algún lugar, hagamos algo interesante!


Por otra parte, tengo el convencimiento de que este cuatrimestre me he encontrado con un grupo con una gran calidad humana. Eso lo he notado día a día, en detalles, miradas, comentarios, charlas puntuales. Pero además se puede constatar con claridad en vuestra participación mediante los cometarios a vuestros compañeros. En vuestras aportaciones horizontales no solo cuentan, sino que prima el agradecimiento, como se ve en este ejemplo de Alex. Y la generosidad (reconocer la valía de tus iguales, ayudarles a ser mejores y mostrarles tu agradecimiento por todo ello) está en el fundamento de toda mejora social. Igual de satisfactoria ha sido la experiencia de aprendizaje cooperativo que, a diferencia de lo que dicen los expertos, a la primera no ha salido nada mal. Al contrario, he tenido la impresión de que la cooperación se ha celebrado aunque, ay, me hubiera gustado que se profundizara más en los contenidos.

Como suele ocurrir, hay sobradas causas y excusas (una excusa es una causa esgrimida para evitar responsabilizarse) para explicar tanto sentimiento contradictorio. Pero la realidad es que somos lo que somos. Y lo cierto es que no he estado a la altura de lo que somos. Sencillamente, debería de haber tenido más dedicación. Educar supone prestar atención a quien más lo precisa, no a quien más te gusta. Y, en ese sentido, creo que he incumplido uno de mis principios de procedimiento, quizá el principal: el de buscar ganar autoridad con el ejemplo.No prestar suficiente atención, esa es mi contribución al fracaso.

¿Qué hacer en el futuro? Primero y ante todo, más dedicación. A partir de ahí, atender a lo que se precisa y, a partir de ahí, hacer algunos ajustes metodológicos.Creo que las necesidades giran en torno al miedo a la libertad, de que habla Fromm. Nos asusta ser libres porque ser libre implica decidir por uno mismo sobre lo que es bueno para él y para todos. Y Fromm dice que para ser libre de veras pasa por el sometimiento a los acuerdos, a los consensos y, sobre todo, por asumir la propia responsabilidad. En ese sentido, creo que en este contexto habría que darle más peso a lo que hay que hacer. Por ejemplo, prefijar tareas, plazos... debo obligar, decir lo que hay que hacer, controlar que se haga. A lo mejor un mayor acotamiento normativo ayuda algunos a avanzar. Puede que no basta con abrir la verja: quizá muchos lo que necesiten es un  acicate para salir a campo abierto.

Francamente, lo digo y no me lo creo. Lo que he escrito en el párrafo anterior me parece reaccionario, fruto del miedo. Una excusa para evitar el conflicto. Pero, ¿cómo se va a evitar el conflicto en la educación? ¿Cómo se puede avanzar de veras sin ruptura? La educación sin conflicto es adiestramiento. Más vale cualquier segundo de desconcierto (como el vivido en la última clase) que 100 horas de certezas aburridas. La duda, la angustia y la incertidumbre pueden ser generadoras de comprensión y mejora si se hace algo con ellas. Así que ¡viva el campo abierto! Y si uno quiere quedarse en el confort de la evasión y la inacción... es su derecho. Ojalá crezca la intensidad, pero si no ¡que sigan matando frutas! Yo espero tener la suerte de que sean otros los que eduquen a mi hija.

En fin, lo dicho. Estoy hecho un lío, soy pura contradicción. Debo seguir buscando un equilibrio que permita avanzar hacia el horizonte de forma realista. A ver que pasa mañana. No se puede estar atento sin escuchar.

Quiero acabar pidiendo disculpas por generalizar (siempre es injusto) y, sobre todo, por mi parte de responsabilidad en que, como alguien escribía ayer, sea difícil no dormirse en esta asignatura.  Y, sobre todo, dando las gracias por lo mucho, mucho que puedo aprender gracias a todos y todas.

Mi nota: un 5 (por ahora)

Referencia:
Fullan, f (2001). Las fuerzas del cambio, Akal: Madrid.

8 comentarios:

  1. Como tú mismo dices en esta entrada, los cambios reales llevan tiempo y son difíciles, eso mismo nos ha pasado a nosotros, estamos acostumbrados a un tipo de asignatura totalmente diferente a esta, desde pequeños, desde que íbamos a clase no hemos tenido ninguna asignatura como esta ( o por lo menos yo ), y personalmente, creo que es normal que nos cueste arrancar. Uno de los objetivos que creo que habían en la asignatura, era crear una comunidad, donde todos aprendiésemos de todos, al principio, muchos no sabíamos que poner en nuestro blog, y por lo tanto, no ayudábamos en nada o muy poco a la comunidad, poco a poco creo que hemos ido cogiendo ideas en clase, ayudándonos unos a otros, ya que (por lo menos a mí) al leer entradas de nuestros compañeros se nos ocurrían ideas sobre temas relacionados, o complementarios al leído. Por eso no creo que la comunidad haya crecido por qué sé acerca el fin del curso, sino porque poco a poco nos hemos ido complementando unos a otros, hasta formar una verdadera comunidad.
    Personalmente, no creo que lo que paso el otro día sea algo que tuvieses que tener excesivamente en cuenta, como algunos de mis compañeros explicaron ese mismo día, no nos tomamos nada enserio esa actividad, y así se vio en los resultados, pero no por eso creo que nada haya ido bien, simplemente no nos tomamos enserio una actividad, que creíamos que no tenía la importancia que realmente tenia, y ya está.

    http://www.desmotivado.es/no-te-rindas-23902.html

    Te dejo esta imagen, que posiblemente te haga ver las cosas de otra forma.

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  2. Totalmente de acuerdo con Alex, ya que en cualquiera de las otras asignaturas que hemos cursado desde que recibimos una educación supuestamente útil llena de restricciones, plazos de entrega y nervios por si nuestra contribución no era la adecuada.
    Nuevamente coincido con Alex en cuanto a la actividad del otro día no comprendimos bien el objetivo que debíamos conseguir en ella.

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  3. Al principio para mí era difícil, la idea de ser yo el que escoge el tema en el cual hacer una entrada y desarrollarlo, ya que como bien dice Alex, nunca he tenido ninguna asignatura enfocada de este modo. Por otra parte, pienso que esta manera de trabajar, hace que una piense, lea, y provoca que otros lean lo que tú haces, ya que de normal hacemos trabajos que pueden ser interesantes y se quedan en un cajón, lo que hemos conseguido con esto no es solo que otros lean lo que hacemos, sino que además pueden aportar cosas con la que completar la información de nuestras entradas. Mi opinión es que al final le hemos cogido el puntito a esto de enseñarnos unos a otros.

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  4. Creo que el problema reside, como habéis comentado, en lo poco acostumbrados que estamos a que nos den libertad. Que podamos aportar ideas nuevas, cuando en realidad estamos acostumbrados a que nos marquen todas las pautas a seguir. Sobre la asignatura creo que empezamos perdidos sin saber exactamente que y como hacer las cosas (no teníamos pautas marcadas), pero creo que con el paso de los días si que he visto avances en todos, unos más y otros menos, pero han habido avances. He visto a mis compañeros más participativos en clase, en sus blogs y en las tareas de clase, no se si por el final de curso, pero al fin y al cabo más participativos. Por eso Víctor no creo que debas sentirte así, creo que tu trabajo lo has hecho bien, nos has aportado sangre fresca y un enfoque de una asignatura que, por lo menos yo (y supongo que muchos de los que estamos en clase) no lo había vivido. Te lo digo honestamente, según ha ido pasando el tiempo, ha ido cambiando mi forma de ver las cosas y de relacionarme con los demás, he sabido ver los diferentes puntos de vista de cada persona y saber entenderlos y respetarlos, sin intentar imponer el mio. Creo que eso es muy importante, no solo en la escuela sino en el día a día.
    Como tu dices los cambios necesitan tiempo, igual nosotros necesitamos más, pero por mi parte y creo que por la de mis compañeros esos cambios se han producido, a un ritmo mas lento del esperado y a lo mejor sin alcanzar el punto que tu deseabas, pero se han producido.

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  5. Cada persona tiene su ritmo, incluso con fechas límite hay algunos estudiantes que no entregan sus trabajos a tiempo, Ahora sabemos cómo califica Pennac a estos alumnos. Pienso como mis compañeros, al principio nos costó entender de qué iba eso de la educación del movimiento. ¿Cómo íbamos a hacer un blog y comentar cosas interesantes si no sabíamos de que hablar? Poco a poco fuimos entendiendo, fuimos creciendo y fuimos cambiando. En unos el cambio se dio antes, en otros ha tardado un poco más y en algunos ni siquiera ha llegado. Como Pennac, tu otro yo te habla y te dice ¿por qué no has sido capaz de ayudarlos? Piensa que no has encontrado ese punto con que motivarlos, al igual que nosotros, sus compañeros, que tampoco hemos sabido motivarlos.
    Me quedo con todo lo positivo que has logrado en esta asignatura, nos has hecho reflexionar, nos has hecho cuestionarnos nuestra forma de trabajar. Muchos han logrado ver al gorila, otros, por lo menos se han puesto las gafas de sol y otros aún necesitan algo más de tiempo.
    Desde mi punto de vista, sólo por pensar diferente, por intentar llevarlo a la práctica ya mereces mi consideración como profesor, educador, agente del cambio. Mira a tu alrededor y escucha a tus alumnos cuando hablan de otras asignaturas.
    Enhorabuena¡¡

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  6. Como bien dices en el texto, muchas veces no se sabe llegar a esas personas incomprendidas que se les debe prestar mas atención que a los que menos lo necesitan; o más bien no "se quiere llegar" a esas personas incomprendidas que no han sabido o no han podido conectar con la asignatura. Desde mi situación de "educador" fuera del ámbito de la escuela, pienso que este es el mayor problema que podemos encontrar entre un grupo de personas ya que muchas veces no se quiere intentar llegar a esas personas que necesitan más urgentemente tu ayuda. Muchas veces aparecen las preferencias, pero ahí creo que esta la clave del buen educador y el mal educador, ser persistente y hacerle ver en primer lugar que necesita urgentemente un cambio y que debe de dejar ser ese "zoquete" del que hace ya un tiempo nos habló Pennac. Para eso están los educadores, o mejor dicho, para eso deberían estar los educadores.

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  7. DE veras, muchas gracias por vuestros comentarios. No voy a decir nada, solo quiero mostrar un mosaico de lo que decís.

    - Por eso no creo que la comunidad haya crecido por qué sé acerca el fin del curso, sino porque poco a poco nos hemos ido complementando unos a otros, hasta formar una verdadera comunidad.
    - lo que hemos conseguido con esto no es solo que otros lean lo que hacemos, sino que además pueden aportar cosas
    - ha ido cambiando mi forma de ver las cosas y de relacionarme con los demás, he sabido ver los diferentes puntos de vista de cada persona y saber entenderlos y respetarlos, sin intentar imponer el mio. Creo que eso es muy importante, no solo en la escuela sino en el día a día.
    - Cada persona tiene su ritmo (...) Poco a poco fuimos entendiendo, fuimos creciendo y fuimos cambiando.
    - Muchas veces aparecen las preferencias, pero ahí creo que esta la clave del buen educador y el mal educador, ser persistente y hacerle ver en primer lugar que necesita urgentemente un cambio

    Solo añadir que ojalá tenga la suerte de que alguno de vosotros (y de los que piensen, lo que sea, aunque no lo escriban) eduque a mi hija!

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